La
monorquidia
(falta
de un
testiculo
en el
escroto)
puede
ser de
origen
hereditario,
lo cual
quierer
decir
que
alguno
de los
antecesores
del
perro
tiene el
problema
o lo
transmite.
Esto se
presenta
cuando
el
anillo
inguinal
por
donde
debería
descender
el
testículo
hacia el
escroto
se
cierra
antes de
que esto
suceda y
el
testículo
queda
retenido
en la
cavidad
abdominal.
El perro
puede
ser
fértil
pero no
es
recomendable
que se
le
utilice
para
montas
porque
puede
trasmitir
el
problema
a su
descendencia.
Existen
tratamientos
hormonales
para que
el
testículo
descienda.
Este se
realiza
hasta
los 4
meses de
edad.
Después
de este
tiempo
ya es
tarde
para
hacerlo.
Como
consecuencia,
y en
algunas
ocasiones,
podría
existir
la
probabilidad
de que
el
testículo
retenido
pueda
tumorarse
por lo
que se
recomienda
extirparlo
quirurjicamente.
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